TRATAMIENTOS QUIRÚRGICOS

CIRUGÍA DE MAMAS

La cirugía de aumento mamario es una técnica que permite mejorar el aspecto de pechos pequeños, asimétricos o caídos (ptosis), mediante implantes mamarios. Es muy importante que a una mujer le guste su propio pecho, por ello esta intervención es una de las que más se realiza, tanto en Argentina como en el resto del mundo.

¿Por qué la intervención?

La falta de desarrollo del pecho por razones congénitas o su disminución tras uno o más embarazos o después de un período de adelgazamiento, puede corregirse fácilmente con una sencilla intervención quirúrgica.

Técnicas empleadas

Las prótesis pueden colocarse, básicamente, en dos zonas: o debajo del músculo pectoral o debajo de la glándula mamaria. Todas son de realización sencilla y debe utilizarse la que resulte más adecuada a la complexión de la persona y al tipo de corrección a realizar. La incisión que se realiza es siempre mínima. Suele hacerse en el borde inferior de la aréola. En otras ocasiones, se realiza una pequeña incisión en el borde inferior de la mama o también puede colocarse el implante por vía axilar.

Implantes

Las prótesis también varían según la textura (lisas o rugosas) y según su forma y tamaño (proyección, diámetro, formas, etc.). Estas características juegan un papel relevante en el resultado estético final. El mismo dependerá de la vía de abordaje, el plano de colocación, el tipo de prótesis y sobre todo de una correcta indicación realizada por el Dr para su caso concreto.

Duración de la operación y anestesia

La intervención se realiza, habitualmente, en régimen ambulatorio y dura alrededor de 60 minutos. La Anestesia Local Tumescente permite una cómoda cirugía sin que la paciente sienta ningún tipo de dolor, disminuyendo los riesgos de la anestesia general. La recuperación es muy rápida: la paciente suele volver a su domicilio a las pocas horas de la intervención (dos o tres horas). Las pacientes reanudan sus actividades cotidianas al cabo de tres o cuatro días.

¿Quedarán marcas?

La incisión es mínima y muy discreta. Cuando se realiza en el límite de la areola, queda disimulada por la propia rugosidad del tejido y el cambio de color, al cabo de muy pocos meses. Si la incisión se realiza en la axila o en el surco submamario, no es tan imperceptible, pero queda escondida en la propia axila o surco. Además, con el paso de los meses, la cicatriz será más discreta, si cicatriza adecuadamente.

Resultados

El resultado de la operación es inmediato, con lo cual, la silueta queda modificada desde el mismo momento de la intervención.

¿Hay efectos secundarios?

Aunque este tipo de operación no tenga, prácticamente, ningún tipo de efecto secundario, puede darse algún caso en el que se encuentre alguna repercusión. La lactancia de futuros hijos no se ve afectada. Tampoco impide la realización de mamografías ni la práctica habitual de deportes.

La mastopexia (o elevación de mamas) es una técnica que permite remodelar los pechos caídos, fruto generalmente del embarazo o de la lactancia. Es una cirugía muy gratificante al devolver la estética al pecho, restableciendo parte de su forma y tersura de una manera eficaz y cómoda. Se puede acompañar la intervención con la colocación de implantes para aumentar el volumen de la mama, si es necesario.

¿Por qué la intervención?

Es una intervención que permite levantar y mejorar la forma y textura de unos pechos caídos o flácidos, ya sea por un adelgazamiento brusco, embarazos o lactancias.

Técnicas empleadas

La incisión se realiza alrededor de la aréola. En ocasiones, cuando la intervención lo requiere, también se llega hasta el surco mamario inferior, con una línea vertical. Siempre es posible realizar esta intervención acompañada de implantes mamarios (ver aumento de mamas). Esta cirugía no se limita a levantar los senos, sino a igualarlos y darles una forma natural y estética.

Duración de la operación y anestesia

La intervención suele durar entre 90 y 120 minutos, variando en función de la morfología de la persona y de la técnica empleada. La técnica anestésica utilizada suele ser la local tumescente, que permite una cómoda cirugía sin que la paciente sienta ningún tipo de dolor y se despierte pronta y confortablemente. La recuperación de la anestesia es muy rápida: la paciente suele volver a su domicilio a las pocas horas de la intervención, en función del tipo de mastopexia realizada.

¿Quedarán marcas?

La incisión es siempre la menor posible. Se realiza en el límite de la aréola y queda disimulada por la propia rugosidad del tejido y el cambio de color, al cabo de muy pocos meses. Si la incisión se realiza en forma vertical, permanece visible; si bien se utilizan técnicas de minimización del rastro, específicas de la cirugía estética, la cicatriz va desapareciendo en un plazo de alrededor de seis meses a un año.

Resultados

La elevación es efectiva desde el mismo día de la intervención, pero el resultado final no se consolida hasta pasado un período que oscila entre tres y ocho meses, que es el tiempo que suele requerir el seno para asentarse en su forma definitiva.

¿Hay efectos secundarios?

Aunque este tipo de operación no tenga prácticamente ningún tipo de efecto secundario, puede darse algún caso en el que se encuentre alguna repercusión. La lactancia de futuros hijos no se ve afectada en la mayoría de casos y dependerá del tipo de técnica empleada.

La mamoplastia de reducción (reducción de mamas) es una técnica que permite remodelar unos pechos grandes, disminuyendo su peso y tamaño. Mejora la estética del pecho y descarga la columna vertebral y los hombros. Es una cirugía especialmente gratificante pues, después de la intervención, mejora sustancialmente la estética del pecho y se percibe inmediatamente alivio del sobre-esfuerzo por el exceso de peso.

¿Por qué la intervención?

Esta es una intervención que, generalmente, se realiza para cubrir dos tipos de necesidades, una de tipo estético, ya que unos senos excesivos mejoran su aspecto con la reducción, y otra por motivos de salud, mejorando las molestias de la espalda, al ser liberada del peso sobrante.

Técnicas empleadas

La técnica quirúrgica a emplear depende del volumen que se desea reducir, de la piel del pecho, de la posición inicial en que se encuentre el conjunto aréola-pezón y de la edad. Siempre que sea posible, la incisión será mínima y quedará disimulada rodeando la areola o como una incisión vertical (partiendo de la areola), dependiendo del caso. En mujeres muy jóvenes, aprovechando la buena retracción de la piel, se utiliza como único tratamiento el SmartLipo. Esta intervención no sólo se limita a reducir los senos, sino que también se los iguala y se les da una forma natural y estética.

Duración de la operación y anestesia

La intervención dura alrededor de dos horas, variando en función de la morfología de la persona y de la técnica empleada. La técnica anestésica utilizada suele ser la local tumescente, que permite una cómoda cirugía sin que la paciente sienta ningún tipo de dolor y se despierte pronta y confortablemente. La recuperación de la anestesia es muy rápida: la paciente suele volver a su domicilio a las pocas horas de la intervención.

¿Quedarán marcas?

La incisión es siempre la menor posible. En el límite de la areola, queda disimulada por la propia rugosidad del tejido y el cambio de color, al cabo de muy pocos meses; en la incisión vertical se utilizan técnicas de minimización del rastro, específicas de la cirugía estética, por lo que la cicatriz se estrecha y adquiere el color del resto de la piel colindante en un plazo de alrededor de seis meses a un año.

Resultados

La reducción es efectiva desde el mismo día de la intervención, pero el resultado final no se consolida hasta pasado un período que oscila entre tres y ocho meses, que es el tiempo que suele requerir el seno para asentarse en su forma definitiva.

¿Hay efectos secundarios?

Aunque este tipo de operación no tenga prácticamente ningún tipo de efecto secundario, puede darse algún caso en el que se encuentre alguna repercusión.